Alfonso y yo. Hoy. |
Hacía una semana que me dolía un poco el talón, de forma que el domingo descansé. Y mientras reposaba me preguntaba: "¿y que haré si las cosas se tuercen?. ¿Y si debo abandonar?". El espíritu de Samaniego, que estaba sentado a mi lado, me dio la respuesta versionando unos versos de su propia fábula de la lechera: "no anheles impaciente el mal futuro... mira que ni el presente está seguro". Limitémonos, pues, a vivir y a tirar hacia adelante.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada