1 de febr. 2013

Nervios. Nervios.

He estado nervioso todo el día. Intranquilo. Incluso me he dejado casi todos los macarrones: he sobrevivido con el bocadillo del desayuno, dos mandarinas, un plátano extremadamente curvado y, de merienda, un diminuto y triste melindro viudo de chocolate.

¿Por qué he estado nervioso?. No lo sé. No lo sé. Mentalmente he repasado las posibles causas de mi desasosiego. "Últimamente has entrenado poco", me decía el demonio por la derecha; "tenías un jodido dolor en la planta del pie y no querías lesionarte", me susurraba por la izquierda un angelito soplador. El demonio seguía azuzándome: "deberías haber sido más exigente físicamente", a lo que el ángel respondía "tenías mucho lío en todas partes". Y cuando el demonio empezó a darle con el rabo al ángel mientras éste último se defendía con golpes de lira me fui a correr mis últimos 20 minutos antes de la Mitja.

Ya de vuelta a casa me dije a mí mismo con toda la convicción de la que fui capaz: "¿cómo no vas a acabar?". Y fue entonces cuando un razonamiento se desprendió del techo, un razonamiento que así me decía: "si no corres, caminas, si no caminas, reposas lo que sea necesario, pero poquito a poco". Y como suele pasar cuando intento ablandar mis objetivos la autoexigencia que siempre me sigue a sol y a sombra me agarró los genitales con la naturalidad que le otorga la fuerza de la costumbre y, mirándome a los ojos, me espetó con un susurro que se me antojó grito: "aunque sea sufriendo... pero acabas".

Me asusté. Demasiadas cosas en la cabeza. Demasiada racionalidad. Demasiado darle vueltas a las cosas y pensar en hipotéticos futuros que luego nuca existen, demasiado ponerse en la peor de las situaciones. Y justo en ése momento entró en escena el recuerdo de una frase que acostumbro a regalar a todo el mundo y que había sido desplazada por la algarabía que el cerebro había organizado en mi cráneo. La frase se la enseñó a mi corazón un corazón bueno hace ya algún tiempo. Y cuando recordé la frase todo el ruido que había en mi cabeza desapareció: "hagas lo que hagas, disfrútalo". 

Y eso es lo que voy a hacer el domingo. Disfrutar. A tope.

1 comentari:

  1. Jo diría que no son nervis; crec que es més emoció :). gaudeix!

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